Por Tania Karasik / Fundación Teletón
¿Sabías qué?
Según la Organización Mundial de la Salud, el 15% de la población mundial presenta algún tipo de discapacidad.
En México, la prevalencia de discapacidad en la población es del 6%, de acuerdo a la Encuesta Nacional de Dinámica Demográfica de 2014, Esta discrepancia tan alta responde a diversas variables, entre ellas: los criterios y métodos para medir, así como los instrumentos y muestras utilizadas.
¿Qué hemos aprendido?
- El marco teórico-conceptual
Debido a la diversidad de criterios, así como las transformaciones conceptuales sobre la discapacidad, se presentan múltiples problemas para la identificación y medición.
En los últimos años se ha dado un giro muy importante en las actitudes y los enfoques respecto de las personas con discapacidad. A partir de ello, la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2001) elaboró un instrumento denominado Clasificación Internacional del Funcionamiento, (CIF). La CIF conceptualiza a la discapacidad como el resultado de la interacción entre la persona con una condición y las barreras debidas a la actitud y al entorno que evitan su participación plena y efectiva en la sociedad, en igualdad de condiciones con las demás.
- Datos comparables
A nivel internacional se han desarrollado diversos instrumentos y enfoques metodológicos que permitan hacer comparaciones entre países y en el tiempo.
La Comisión de Estadística de la ONU, estableció el Grupo de Washington sobre estadísticas de discapacidad (WG), frente a la necesidad urgente de contar con medidas comparables de población en base a discapacidad entre los países.
El GW busca identificar, mediante el enfoque de la CIF, el grado de dificultad que tiene la población en una serie de actividades consideradas básicas: ver, escuchar, caminar, recordar o concentrarse, cuidado personal y comunicación; considerando la interacción de la persona con su entorno. Cuenta con su conjunto de preguntas y metodología para la aplicación.
- El desarrollo sostenible
Para alcanzar el desarrollo sostenible es fundamental armonizar tres elementos básicos: el crecimiento económico, la inclusión social y la protección del medio ambiente. Estos elementos están interrelacionados y son todos esenciales para el bienestar de las personas y las sociedades.
La agenda 2030 subraya la importancia de tener datos desglosados de calidad, accesibles, oportunos y fiables para ayudar a medir los progresos y asegurar que nadie se quede atrás.
El desarrollo sostenible entonces, requiere contar con información sobre las personas con discapacidad: cuántas hay, dónde están, cuál es su nivel de participación, qué barreras enfrentan.
La calidad de dicha información constituye la base no solamente para la política pública, sino también para el uso eficiente de las estrategias y recursos tanto públicos como privados.
Si bien en los últimos años se ha avanzado, aun nos enfrentamos constantemente a la falta de información y datos sobre las personas con discapacidad en nuestro país.
Por ello es preciso que este tema se incorpore de manera progresiva y acorde a estándares internacionales en todos los instrumentos de medición para tener un México en el que todos contemos.